Gimnasio, comida, snacks, desarrollo profesional, salas de descanso o de creatividad, ¿cuál de estos tipos de salarios emocional te gustaría tener?
Si bien la remuneración económica es un elemento importante para permanecer en un trabajo, también lo es el reconocimiento, el desarrollo profesional, el plan de carrera, y un lugar en el que el talento se sienta cómodo.
Más allá del dinero, el empleado precisa sentirse satisfecho con retribuciones no económicas y no necesariamente tangibles que llenen sus necesidades profesionales, personales y familiares, nos referimos al salario emocional, un elemento clave para las organizaciones.
No es fortuito que organizaciones como Cisco, Accor, Monsanto, Dell, SC Johson estén entre los primeros lugares del ranking Great Place to Work 2016 a nivel Latinoamérica; y en México se ubiquen Gentera, Infonavit, Liverpool, Supermercados S-Mart, Scotiabank México, Grupo Vidanta, BBVA Bancomer, Atento México, Santander y Posadas.
¿Qué es lo que las hace acreedoras a ese reconocimiento? El nivel de compromiso que adquieren con la calidad de vida de su personal. En 2016, el 53% de las organizaciones que obtuvieron la certificación, coincidieron en ofrecer horarios de trabajo flexibles, es decir, horarios escalonados, home office, etc.
Google, por ejemplo, adicional al salario otorga beneficios a sus empleados como comida, transporte gratuito, gimnasio, jardines, áreas de recreación, entre muchas cosas más. Con todo esto, ¿quién no quisiera trabajar ahí?
Frente a la rotación y escasez de talento, no nos extrañaría que cada vez más empresas apuesten por alguna de estas formas de salario emocional:
- Balance entre la vida laboral y la profesional
- Nivel de participación de determinadas decisiones
- Reconocimiento
- Desarrollo profesional
- Actividades de recreación
- Salas de creatividad y juegos
- Salas de descanso
- Clases de ejercicio de bajo impacto
- Consulta con el nutriólogo
- Snacks saludables
LAS MEJORES EMPRESAS NO SON LAS QUE MEJOR PAGAN
Los beneficios del salario emocional, también favorece a las organizaciones, pues cuando un empleado se siente satisfecho en su trabajo, es más difícil que desee renunciar, esto aminora el porcentaje de rotación e incrementa la productividad. La fórmula es sencilla, hay que aprender a valorar al talento con creatividad más que con presupuesto.